Se han cumplido más de 10 años del llamado fenómeno blog. Desde entonces, la blogosfera ha explosionado de tal manera que se desconoce el número total de blogs que existen en el mundo. Según se consulte una estadística u otra, las cifras bailan: 80 millones, 133 millones… Al margen de las cifras, lo que sí se ha podido evidenciar a lo largo de los años es que un blog, también conocido como bitácora, se ha convertido en un vehículo de comunicación en línea, en una plataforma de expresión y una forma de compartir conocimiento incuestionable.
El profesor José Luis Orihuela, uno de los mayores expertos sobre este tema, dice de ellos que » cambiaron la Web y nuestra experiencia de Internet. La Red dejó de ser un espacio de consulta y se convirtió en un espacio de participación». Es así que, en función de nuestros gustos y necesidades, han nacido diferentes tipos de blogs, que podríamos resumir en tres: personales (especie de diario en formato digital donde la persona recoge sus reflexiones, opiniones y recomendaciones y que suele leer su cíurculo más íntimo de amigos y familiares); profesionales o temáticos (especializados en una disciplina y gestionados, mayoritariamente, por profesionales) y corporativos. Yo me voy a centrar en estos últimos.
Un blog corporativo sirve de medio de comunicación externo e interno en la empresa. Se emplea para transmitir notícias, ofrecer recursos y servicios, abrir debates… Analizaré en este post el blog corporativo externo y en otro post, el interno.
Ante todo, ¿por qué debe una empresa tener un blog? Según un estudio editado por el Grupo de Comunicación BPMO, le permite:
– Comunicarse directamente con sus públicos clave, sin distorsiones e interpretaciones en el mensaje;
– Obtener una mayor visibilidad;
– Analizar el comportamiento, fidelización y hábitos de consumo de los clientes de su competencia;
– A medio plazo, mejorar la calidad de la cobertura en los medios de comunicación tradicionales;
– Conocer e involucrar a los líderes de opinión que influyen en la toma de decisiones de nuestros clientes;
– Establecer una conversación permanente con una comunidad de clientes que comparten los atributos/valores de sus productos y servicios.
A este listado, yo añadiría algunas ventajas más:
– Atraen tráfico a la web de la empresa;
– Mejoran el posicionamiento de la web en los buscadores: tienden a atraer mayor número de enlaces externos que otras webs;
– Porque la «voz» de un blog es «humana»: un blog lo escriben las personas. Nada que ver con la «frialdad» de una web;
– Porque un blog permite responder mejor ante una crisis: en momentos de crisis, las empresas pueden publicar en tiempo real la última información de que dispongan, información de última hora muy adecuada para ser consultada por los periodistas;
– Porque permite a la empresa «participar» de las conversaciones sobre ella: los blogguers pueden hablar bien o mal sobre una empresa. Si ésta rastrea estas opiniones (mediante herramientas como Technorati o Google Blog Search), puede responder con comentarios y construir discursos adecuados en el blog corporativo;
– Porque complementa otras acciones de comunicación: un blog, al no tener problemas de tiempo o espacio, permite complementar otras acciones (publicitarias, etc) que sí tienen una periodicidad limitada, a través de enlazar videos o anexar informes, recortes de prensa…
– Porque es una excelente inversión a largo plazo: lanzar un blog corporativo es invertir en nuevos activos, ya que atraerá nuevos visitantes, y generará una extensa y buena red de contactos (comerciales, posibles nuevos empleados o socios…)…;
– Porque permite llegar a audiencias que no están en otros medios: con Internet se alcanzan audiencias que serían carísimas de alcanzar con otros medios, como la TV o la prensa…
La lista de beneficios sería interminable. Pero, seamos realistas. Los blogs corporativos funcionan si funcionan sus mecanismos de creación y difusión. A menudo se cae en errores de diseño, de contenido, de concepción… que llevan a un rotundo fracaso. Lo que mal empieza, mal suele acabar, y a este tema me refiero en el post Errores más comunes en los blogs de empresa.
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