Hace muchos años que me dedico al periodismo y confieso que es una profesión que cada día me gusta más. De hecho, crear contenido, sea éste cual sea, que provoque alguna reacción en el lector, sea éste cual sea, me resulta del todo apasionante. Dentro de mi trayectoria, otros tantos años los he pasado trabajando en la comunicación empresarial y, en especial, en el diseño, redacción y edición de revistas corporativas impresas. Pareciera que, con la crisis que nos acecha desde hace unos años, este tipo de publicaciones estuviesen condenadas a desaparecer. Pero nada más lejos de la realidad.
Se han convertido en eficaces herramientas de marketing, en instrumentos tanto de fidelización, prestigio y expansión de las empresas, como de integración interna. Refuerzan el posicionamiento de la compañía, crean una imagen de marca superior a la de la publicidad convencional y ofrecen a los consumidores un valor añadido en forma de información y ocio. La revista llega allá donde los directivos y representantes comerciales de la empresa no pueden hacerlo para transmitir de una manera sutil, pero efectiva, el mensaje elegido. Es por esto que se perciben como el vehículo comercial de mayor rentabilidad.
Beneficios
Leí en una ocasión que son la “tarjeta de presentación amable de la empresa” y comparto esta opinión. Si queremos establecer una relación perdurable en el tiempo con nuestros clientes, la revista puede ser uno de los caminos a seguir. ¿Qué beneficios aportan?:
- Crean imagen de marca: la revista es la proyección en papel de la marca, de su filosofía.
- Perduran en el tiempo»: la «vida útil» de una revista es muy elevada. El consumidor acude a ella numerosas veces si los contenidos son realmente de su interés, multiplicándose así los impactos y el recuerdo de la marca.
- Alto valor percibido: el cliente puede establecer una comparación entre nuestra revista y el precio de revistas similares que se encuentran a la venta en los quioscos. La revista se convierte así en un «elemento deseable». Dicho en otras palabras, «mi marca me ofrece totalmente gratis información de mi interés por la que normalmente yo debería pagar».
- No saturación: en la situación actual del mercado, el número de revistas de fidelización existentes todavía no es elevado. El campo de acción es muy amplio y contamos con la receptividad cómplice de los consumidores. ¿Por qué desaprovecharla?
Desde las publicaciones internas (herramienta de comunicación entre el empleado y la empresa), a las externas (dirigidas a clientes, proveedores, clubes de fidelización…), pasando por las publicaciones institucionales (para miembros de una institución) o las elaboradas para redes comerciales (agentes comerciales, distribuidores de productos de una marca…) todas tienen la misión de generar confianza, formar e informar. Y para cumplir con estos objetivos es imprescindible realizar el máximo esfuerzo creativo en cuanto a diseño y redacción. Es decir, cada uno de los elementos que componen la revista (fotografías, artículos, reportajes…) deben de ser tremendamente atractivos y, muy importante, deben estar en consonancia con el tipo de público al cual se dirige. Hablemos, por tanto, en su lenguaje: a mayor implicación, mejores resultados de fidelización obtendremos. Y no olvidemos que una revista de mala calidad perjudicará seriamente la imagen de nuestro negocio.
Formato online
En el sector, son numerosas las empresas que han desarrollado revistas corporativas como herramientas de marketing directo. Y más aún cuando, gracias al importante desarrollo que Internet ha experimentado en los últimos años, se ha incorporado una modalidad de revista con una presencia cada vez mayor: en formato online. A pesar de que cada uno de los formatos -el impreso y el digital- presenta sus particularidades en cuanto a diseño y forma de mostrar la información, las dos pueden coexistir de manera simultánea. Con sus ventajas e inconvenientes, ambas son tremendamente eficaces.
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